Proyecto:
Durante años he manifestado un marcado interés en la instalación como recurso de intervención artística; considero que este lenguaje es eficiente y certero a la hora de resignificar escenarios de poder, cargados de significancia política, económica e histórica; este lenguaje me ha permitido avanzar en construcciones de orden poético, desviando la mirada a latitudes propias de la metáfora, en las que, el espacio de la obra se hace escenario dado a la transformación, al cambio, al obrar del arte como proceso de reconfiguración de la realidad.
Presento un proyecto que nace de la apropiación de significado histórico y político del espacio y de los componentes de la obra, invirtiendo o “desacomodando” su sentido, también me apropio del carácter mítico del canto de las sirenas, entendido como poder de encantamiento o embrujo que se manifiesta como pérdida de rumbo, de dirección y errancia, o pérdida de cordura tras una falsa belleza.
El asunto latente en mi obra incluyendo este proyecto, es la pregunta sobre el estado del hombre contemporáneo, su habitar, sus angustias y fortalezas, sus poderes y hazañas, sus retos, se cuestiona la noción de progreso y evolución que hemos construido.
Es innegable el valor patrimonial que la ciudad de Cartagena le ofrece a Colombia y al mundo, es también innegable el estado de barbarie humana que sometió a sus poblaciones negras e indias y aún, es crítico el estado social en el que vive gran parte de su habitantes; esta paradoja, no es exclusiva de Cartagena, al parecer “el canto de sirena”, la promesa de una belleza monstruosa y fugitiva, ilusoria, se ha constituido en un paradigma del mundo actual, subsumido por el mercado y sus lógicas de esclavitud, de imposición de poder biopolítico que explota la vida y coloniza la experiencia.
Fragmento del informe del artista