John Timothy Hall

Reconocimientos Nacionales XVII Salones Regionales de Artistas (Virtuales) 17 SRA CARIBE

Proyecto: 

Un toque del Caribe



La tela tiene una imprimatura de yeso en muchas capas delgadas. Gran parte de los blancos que se ven en los toques de luz o en muchas de las tintas de colores de las figuras, se han logrado trabajando negativamente, es decir, quitando pintura con un bisturí para revelar el blanco de la imprimatura.

El cuadro tiene un enfoque racial y de género. Los afrodescendientes han sido el grupo menos representado en el arte en Colombia. En el cuadro tenemos algunos travestis, para señalar que están más allá del mundo de los opuestos.

Este es un desfile del cabildo. Los cabildos eran asociaciones de gente africana de una misma nación creadas para ayudarse entre sí y que se convirtieron en grupos de resistencia que, junto con las juntas, dieron origen a los palenques, los primeros pueblos libres de América. La figura principal que viene adelante anunciando la fiesta es Elegua. Un orisha que tiene el poder de ubicuidad, puede estar hasta en 21 lugares a la vez. Aquí aparece en dos lugares más, siempre con el sombrero vueltiao, patrimonio y símbolo cultural de Colombia.

A la derecha huye la paloma de la paz, esa paz que tanto hemos anhelado y que a veces parecería que se nos escapa. Empero, la paloma de la calle en el centro se queda quieta porque está en presencia de un dios, Elegua. El dios que abre o cierra los caminos. Este dios somos todos, la mujer, el hombre, los demás géneros que hemos sufrido este largo proceso de violencia en el país. Somos también constructores activos de esa paz para que no se nos escape, sino que se consolide a través de la música, la danza, la alegría, como reafirmación de la vida.

La cumbiambera tiene la fuerza y gracia de una cariátide representa al pueblo colombiano. Porque es en esta danza donde se reunió el acervo genético que dio origen a lo que somos hoy: lo indígena, lo europeo, lo africano que nos convirtió en un país megadiverso.

Con su capa y espada y “sentado” sobre un caballo de embuste está San Martín de Loba el santo patrono de las fiestas de la declaración de Independencia del 11 de noviembre en Cartagena. La nota que actualiza la escena son la gorra de béisbol de San Martín y el cartagenero parlanchín con una mano agarrando el timón mientras habla por celular. El perro callejero cartagenero se une a la banda y va delante a pesar de tener solo tres buenas patas parece decirnos que a pesar de las circunstancias seguimos viviendo. Las negras con turbantes caseros en esa alienación de cabezas un poco cinematográfica al fondo no son tan juguetonas como los demás personajes. Son un poco crípticas incluso misteriosas. Tiene el amparo de San Pedro, pero están en lo suyo, guardan secretos ancestrales. No se ofrecen para que los turistas les tomen fotos…

Fragmento del informe del artista