Proyecto:
La obra Abigeato, parte de una investigación sobre el Corpus Animal enfocada en un contexto global, donde se estudian prácticas de producción intensiva, que están sucediendo en muchas de las sociedades industrializadas abarcando todos los continentes y que no difieren circunstancialmente la una de la otra; en contraposición de la corporalidad animal. Para comenzar a abordar este tema sería importante contextualizar qué circunstancias han llevado al animal a convertirse en plato principal, en las mesas de la mayoría de los consumidores de todo el mundo, pero referirse a él, sería indudablemente abarcar la prehistoria y la historia humana desde sus inicios en las épocas primitivas, hasta las grandes urbes contemporáneas, puesto que bajo la producción y la rentabilidad ecológica, el animal ha acompañado al ser humano desde épocas milenarias sirviéndole bajo muchas formas, como sacrificio, alimento, vestimenta, tracción, transporte, entretenimiento, compañía, etc.
En este contexto el cuerpo animal, es la materia de una serie de procesos industriales para la obtención de productos de consumo, que conllevan un ciclo de producción masificada y tecnificación en todas las etapas de la vida animal, en este caso la obra se centra en el ganado, particularmente en las relaciones afectivas que establece con sus congéneres y como estas se ven interrumpidas desde antes de su nacimiento hasta después de su muerte por mecanismos artificiales, para acelerar el rendimiento en la obtención de beneficios alimentarios y económicos.
El eje de esta obra es la devastación del animal por parte del hombre, sobre la cual se ha profundizado en su origen, y como se ha transformado en el tiempo. El siglo XX trajo consigo unos avances significativos en el desarrollo de nuevas tecnologías e innovadoras formas de comunicación, las cuales han sido una pieza fundamental para promocionar el cuerpo animal, la publicidad ha creado una realidad ficticia alrededor de este fenómeno, presentando imágenes que evocan una granja industrial idílica y un extremado bienestar en la libertad de lo natural, transmitiendo al consumidor una visión errónea y sesgada. Tras estos eslogan e imágenes publicitarias, se encuentran procesos que invalidan al animal como ser, con la finalidad de despojar al consumidor de cualquier tipo de compasión, presentando al animal como un material a beneplácito del bien humano, el cual puede ser explotado y mercantilizado, para generar capital.
El proceso de Abigeato, inicia con la recopilación de estas imágenes publicitarias para trasladarlas a otro contexto, no con la finalidad de reafirmar la mirada que plasman estos medios, sino para destacar los lazos afectivos que vinculan a estos animales con sus demás congéneres, revelando unas relaciones emocionales y complejas semejantes a las que establece el ser humano, las cuales quedan truncadas violentamente, por una negación de su ser sentiente y de la vida, entonces la obra se configura a través de dos perspectivas de una misma realidad, una ausencia/presencia trazada por medio del dibujo, que parte de aquel bienestar que reconforma al consumidor, frente a la devastación y sobrexplotación del cuerpo del otro.
Fragmento del informe del artista